Siento mucha basura en mí.
Es una manía de esas que no comprendo del todo, pero ahí esta. Me gustaría que fuese como la punta de mi nariz, bien, ahí está, pero el cerebro la ignora, a pesar de que existe, al darnos cuenta de su presencia, resalta, cual nueva novedad. Nunca logro del todo deshacerme de la manía. Cuando menos atino ahí la tiene, en su punto, en el blanco de la enfadez, de la discordia cotidiana. Me recuerda mucho a los zapatos de boliche que suelen prestar las boleras, jode, nada más no puedo ni pensar en ponerme las zapatillas apestosas de otros, quizá sea otra manía presente, como la de rehusar bañarse sin chanclas, no haiga y me dé pie de atleta, you know?
Así, Tabasco entra en mi conciencia y los mexicanos. Yeah, a estas alturas no hay otra que tomar distancia de los míos, por eso digo, los mexicanos, sí, ya sé, me lo han mencionado en Facebook, messenger, Myspace, el viejo IRQ y otros medios menos modernos como Skype y email amén del común sms, que estoy como el antigüo Poncio Pilatus lavándome las manos.
- Tabasco: Aquí no hay colores ni partidos, Granier -
Ante este espectáculo no me cabe la menor duda que hay mares de hipocresía que claman por su Moisés, que quieren un medio. Y así, una chuza, un golpe mediático para lavar el pasado, y salir adelante. Irlanda se los da, si hay manera de hacer negocio con la corrupción, México es rentable, da buenos réditos y todo bajo un manto de un cordero blanco, de buenas intenciones, Irlanda nos da un préstamo, para inflarle más los bolsillos a los políticos.
Me habló un amigo que hace negocio en relaciones públicas. Hace falta gente dice. Las agencias de publicidad no se dan abasto. Hay que reclutar gente para darle buena imagen al gobierno, a los políticos mexicanos, en especial los riquillos. El salario es lo de menos dice, tú pide ellos dan. ¿Cuáles ellos?, le pregunto en mi ignorancia y curiosidad. Las agencias de publicidad gringas y unas cuantas de España que se dedican a contener daños mediáticos. Están haciendo su agosto, esas agencias que contienen el flujo de lo negativo. Le pregunté: es que no hay gente en México para eso ¿o qué? Me contestó: algunos tienen remordimientos morales ya. Hace falta gente como tú, casi me sentí ofendido a no ser que mi amistad dejó entrever su posición. Casi lo tomeé como alago a no ser que una lombriz me picó la indignación. Acepté los 200 dólares por un artículo de menos de 500 palabras. Mi conciencia está tranquila, pues utilicé los medios para pintarrajear una pared en contra de la maldad.
En mi país no sabemos olvidar. De hecho, perdonamos de más. Fabricamos ricos que nunca han tenido la intención de ayudar al país pues salen huyendo del país al menor rugir de injusticia y luego regresan para seguir explotándolo bajo unas ideologías falsas como la que brinda la iglesia católica y sus cadres de cerebros lavados que creen, creen en algo que la élite les brinda
- porque sus almas ni siquiera al tanto del hoy están. -
Es por eso que mi empatía hacia Tabasco ha sufrido un desgaste sin igual e histórico pues estoy insensible ante lo que pasa en Tabasco pues me gana el sentimiento de que los mexicanos se lo merecen. Ellos han elegido ese gobierno, ese aparato político, ellos han dejado que el gobierno les explote, ellos y ellas no han dicho ni pío por el desgaste social que sufren hoy. Quién más sino ellos han hecho lo que ellos y ellas sufren este momento. No es problema de Madrazo ni del PAN ni del PRI es el problema de la ciudadanía. La ciudadanía fracasó ante sí misma, pesele a quien le pese.
Nosotros hemos fracasado ante nosotros mismos y ya. Ahora, hay que morderse un huevo y seguir dejándonos explotar, porque en eso, si hay algo de que presumir de nuestra tierra, es que sabemos dejarnos explotar, así que adelante aves de rapiña, amigos quezque nuestros, esta el platillo listo, pues nosotros, sabandijas, ni a eso llegamos.
Tabasco, Granier, Fraude
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