Hank, financiador de la Marea Roja que ahora se emula a nivel nacional, ordenó via fiat que ahora tendrán que vestirse de Tehuanas la jainas ambulantes y los sayos de blanco y negro. [kinda reminds one of Moscú, there where one has to have a permit just to be in the city] No es que sea mala la idea, es más, la aplaudo. La idea de vestirse tradicionalmente mexicano es genial, lo malo yace en que la identidad de Tijuana está, como siempre, a un pelo de la extinción, como me decían los profes de mi school, pasaste de panzaso y esa parace ser la historia de Tijuana. Nunca le darán el lugar que merece, o por lo menos el lugar que creemos que merece. Considero, sin embargo, que los trajes por lo menos deberían de obligarse al gusto e identidad de la persona y no a la vieja usanza del PRI, aquella que impusó su visión de lo que un mexicano es, o como dice Génerica, mexicanizarnos.
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