11 de noviembre de 2007

influencias ajenas

La música flotaba en el aire, sutil, penetró el consciente, sí apenas le dio sabor al momento. Las notas musicales brindaron una melodia a la situación. Me relajé unos segundos mientras me dejaba agasajar por el ritmo de un bajo electrónico de lo que estoy seguro era una canción de rap mafioso.

No es que estuviere haciendo algo malo, de hecho, mis entornos podrán ser fieles testigos de que no fue el caso sino todo lo contrario, sólo fue una pequeña racha de maldad buena que cundió por mis entrañas al son de un ritmo de esos que glorifican ciertos aspectos dudosos de la humanidad cuya silueta mancha nuestra sociedad.

Y es que estaba platicando con CHM, un asociado mio de ha varios años atrás ya al cual, a ser verdad, siempre le he guardado una especie de importuno rencor por la posición que guarda ante mi bajo una fachada que estimo falsa y pretenciosa. Es uno de esos que le da por sentirse superior ante los demás por eso de que proviene de una familia de más o menos mejores recursos económicos que los míos. Lo curioso del todo es que siempre me ha molestado un barrunto cuya presencia se hace latente cada vez que CHM y yo nos damos cita: sospecho que mi inteligencia le molesta y aún mucho más por el hecho de que no provengo de una familia pudente, creo, me achaca una mala espina, de que a raíz de que no vengo de una familia con largos lazos en la historia para demostrar mi astucia, a él le molesta que, a su parecer, sea más consciente del mundo que él siendo que es él el quien mejores posibilidades ha tenido para gozar de las cualidades que poseo. El caso es lo contrario, en más de una vez lo he tenido que corregir y en otras salvarlo de sus errores.

Para dar con la verdad de mis pensamientos tuve que recurrir a artimañas de baja ralea, aquí lo confieso, así que espero y no se lo cuentes a nadie más allá de ti, por favor, lo que sigue es de suma confianza y sólo tú podrás saber del acontecer al menos de que por algún desliz de tus labios alcohólicos desembuches la verdad que ahora te cuento, más confío que esto no saldrá de boca.

Me acosté con su amante.

Sí, me reprocharás con ese estándar tuyo, que cómo pude yo reducirme a tal vileza, que soy mejor que eso. Por favor, no dejes que los sermones que sueles espetarme cada vez que recuento una maldad mía cunda por tu mente, escucha, no fue la gran cosa CHM tiene problemas con su amante, resulta que mejor le hace el amor a su esposa que a su amante, pero en fin, allá lo de cada quién. La desnudé ¿y sabes qué fue lo que me dijo? Que qué tiene de malo su cuerpo como para que su amante lo ignorase de la manera en que CHM lo hace. So ahí la tenía, desnuda, confieso que fue una cruenta batalla carnal de la cual no hay detalle al respecto en la historia del amor, quizá suene un tanto exagerado al respecto pero tú sabes bien el tipo de amantes que guarda el puto CHM, así que ya sabrás, entre controlar mis músculos y querer entender la problemática ante mi, sufrí por mantener la mirada enfocada al problema de la amante la quién dolía un verdadero dilema. Esa noche las estrellas radiaban más blancas de lo usual. Noté que no quería acción, sus pezones, los cuales notó en otras situaciones por los detalles que traicionan, no estuvieron presentes, sino que la amante se desnudó, para mi mala suerte, literalmente.

Sí, CHM tenía infulas de grandeza basadas en un pasado ya extinto, era, cual quijote moderno y la amante me lo confirmo pues ella sin que le dijese nada al respecto, era victima de las infulas de grandeza de CHM, pues tenía a la amante nada más por tenerla y aparentar algo que no es.

En retrospectiva confieso que la súbita alteración en mi autoestima se debió al hecho de que por primera vez en muchos años me veo en una posición que soba las grandezas del Superego. No lo busqué, ni lo procuré, sino que la actividad inusitada vino a mi sola cómo si fuese el destino mismo el quien guiara nuestras almas terráqueas.

Bien sabes de que no soy partidario de bochornosos disparates cuyos bodrios mentales mejor cabrían en la imaginación de algún escritor de segunda mano o peor, de tercera mano por ahí, de esos mismos de los que te quejas hay miles en .blogspot, pero por este momento, así lo pareció.

Y me dí el gusto de disfrutar la situación. Aunque si tan sólo fuese por un segundo o más.


No hay comentarios.: