29 de septiembre de 2006

Cultura del fracaso ó adoración

Fracaso en comprender a los mios, especialmente aquellos conservadores que votarón por Felipe Calderón. Haber apostado por ese gallo significó más de lo mismo.

Esto se ve reflejado por los habitantes de mi ciudad, Tijuana. Los Daniel Salinas, los Rafa Saavedra, los PGBeas, los HYepez de Tijuana que sufren la violencia de Tijuana día a día no supieron razonar su voto. Día a día la violencia penetra a manera forzada lo cotidiano de sus vida, no hay pausa y entre más días sigan más facistas se tornan las propuestas para nuestra sociedad civil, pues no es coincidencia que Hank y sus achichincles, los mismos que prometieron seguridad para la ciudad, estén ahora clamando la intervención de las fuerzas castrenses.

Masoquistas reprimidos pues quieren que la tortura mejor venga del Estado, por lo menos ahí sí les ven la cara a los enemigos.

Estos señores nunca han sabido más allá de lo mismo y aún así lloriquean porque las cosas no cambian. Las propuestas mediáticas de la politica moderna los espantó. El cucuy de la vieja guerra fría les ganó y eso que esa propaganda tiene mucho de vieja, pues nunca en la historia de México ha habido otro cambio, sin embargo, ni siquera la posibilidad de darle chance a otra alternativa pudieron entretener en sus vidas políticas.

En retrospectiva, México perdió la vista durante la campaña política.

Los que apostamos por el cambio, sin embargo, sufrimos la embestida brutal del razonamiento, vestido de la sorna iconoclasta del mexicano, al insistir que más de lo mismo era la opción más viable para el país, [¡sin jamás haber vivido mas que más de lo mismo!] pero no, ahí los tienen, en posiciones de poder y aún así, lamentándose de la situación en que la sociedad tijuanense, mexicana se encuentra. Hubo propuestas viables al cambio, ¡pero no las consideraron! Y aún así quieren que las cosas cambien.

Y es que no hay otra manera de explicar el conjunto del lloriqueo de que la seguridad esto u lo otro en el lanto de estos ciudadanos. Todo mexicano que se dejó lavar el coco por la iglesia católica, por el PAN, por el PRI no tienen porque estar clamando que las cosas están peores que antes pues ellos mismos votaron por el México que hoy tenemos. De está situación social solo hubo uno beneficiado: la mafia de nuestro país. Los que se alegran de que Felipe Calderón haya ganado, se alegran que la mafia siga deteriorando las instituciones del país.

Daniel Salinas escribe en su blog sobre las condiciones sociales de Tijuana, llora porque petateó este u el otro a manos de malvados. Por igual, con tal de no perder hueso, el HYepez y el Rafa Saavedra lloran las tragedias citadinas mientrás el PGBeas se alegra que el cambio no haya llegado a nuestro país con su clásica burla mediaclasera.

El que más saca de onda es Daniel Salinas. El que tiene tanta palanca en el Frontera no supo canalizar las fuerzas del país ni para el beneficio de su propio periódico.

Ay el crimen lo vemos aquí y allá cual Llorona moderna, Ay el Crimen.

Esa es la ambición de DS, mejor pájaro en mano que dos volando en plena libertad.

***

A qué se debe que los mexicanos adoremos el fracaso es inexplicable para mi.

Haber votado por Felipe Calderón es lo mismo que seguir votando porque la mafia siga patrullando las calles de México.

No sé si hubiere sido lo mismo si AMLO hubiere obtenido ese poder que ahora Felipe Calderón disfruta pero de algo estoy seguro, el curso natural de la política mexicana no sería tan violento como lo vivimos ahora, hoy.

Sigamos viviendo con el fracaso, sigamos viviendo ese México que los Felipe Calderonistas han decidido que todos los mexicanos vivamos. Nada mas no se quejen de sus decisiones, no se quejen del deterioro, tengan la dignidad de poder vivir de sus fracasos.


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