Este país de ilusiones, sueños y pesadillas. Pero hablemos de ilusiones mejor, ya que eso va mejor a lo que se retuerce en mi mente y espamas causa en mi alma. Y es que es por eso que La ideología de la Supremacía que se ve en los ambitos Tijuaneros de la bloguesfera rifa y se puede leer sin refutación alguna pues les damos la razón porque un grano de verdad tienen. Los de abajo permaneceran ahí hasta por lo menos el siglo entrante.Cuál catolicismo y su hermandad, nada más falso después de todo.
Y es una ilusión y no me vengan conque que no pues ahí esta, en cuanto la gente roza ese estropajo al alzarse para limpiar, vestigio del sistema colonial de castas, cual túnica del Rey Judío, se creen más que los demás. La tele te lo dice, los anuncios te lo gritan en tu cara, lo blanco rifa aún, se habla de indios y prigramas para incorporarlos a la comunidad, como si no lo fueran del todo ya.
Simplemente no hay igualdad.
La gente lo dice al hablar, "disculpe usted"; "digame"; "sí joven"; "señor". Y en cuanto te ven mejor garras se retorna al submisivismo de antes de la Revolución, de cuando lo Colonial, de cuando aquel Emperador cuyas zancas tostarón. El prejuicio latente de que la gente te atiende según tus ropitas. (ropa, sin ellos saberlo, es un termino vandalo que significaba cosa robada)¿República? Sólo en papel, diceselo a la niña que juega en medio de un crucero, mientrás la madre vende chiclets Adams a malhumorados vehiculistas que aún dignan a esa raza fuera de la ciudad.
Pero la ilusión abarca más que la pobreza porque si México es rico en algo eso es en un recurso inagotable como lo es el buen sentido de la ironía, el sarcasmo por exelencía, alas! los ricos en este estado sufren por igual las desdichas de los de abajo. No pueden presumir delos suyo sin riesgo. Se acorralan cual ave. Todos temerosos de todos, enmurados, negocios encarcelados, vecindades, colonias tras rejas, con el palpitar de la sospecha cada segundo de la vida.
Mas es ese el discurso nacional, "no vayas por ahí, es peligroso", "no te fies de esos", "vete con cuidado", "atranca bien" (lo curioso, se atranca la puerta del interior de la casa, después la puerta de la malla que constituye y separa la casa de los demás, después la reja que separa una calle de la otra y por último la caseta del oficial que cuida la comunidad).
No importa que en cada esquina haya un gendarme, no hay que confiarse. Seis años de cambio no bastan. La cultura de la confianza si apenas empieza. Se ve, se lee un libro en el Metro, regresalo después. Galerias donde puedes entrar sin ser cuestionado porque se trae una mochila a espaldas, comunidades que se organizan para causar cambios, los vecinos se conocen más.
La igualdad, una ilusión más, en papel, en una gran simfonía de descomposión social que nunca acaba de gestarse muy bien, porque lo pudrido, eso parece ser lo que disfrutamos más.
Y aún así la ilusión seguro estoy me sobrepasa a mí también ....
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