14 de enero de 2004

Hablando de corrupción y las mentiras de los gabachos bajo las ordenes de Bush me acuerdo muy bien yo del disgusto que me llevé cuando regresé a Tijuana después de dos años de ausencia hace ya más de tres años atrás. Ibamos mi compa de infancia, José y yo, en un carro por la Zona Norte. Yo llegaba a una nueva Tijuana donde el cambio desde lejos me hipnótizo. La prensa gabacha siempre que quiere quedar bien con México se pone así, habla de los ‘milagros’ que se están dando al sur, la corrupción, decían los gabachos, es cosa del pasado, yo pensaba que llegaba a una ciudad fuera de esos vicios, ¡Cuan grande fue mi decepción! Nos paró la placa por la cawuila, yo venía pistiando y el placa nos hizo ir hasta el cuartel de los federales que se encuentran por esos lares, cerca de la Castillo. Mi compa me dijo que no había toz, nos desafanos con un tostón y un buen verbo. La sobriedad me llego como una cruda realidad.

Yo soy de esos que piensan que es posible un gobierno donde sus servidores piensan más en los cofres del estado que los bolsillos de sus pantalones para el bien del estado. Hace menos de una semana escribí en mi blog inglés sobre un artículo donde se discute la fabricación de la clase social llamados rateros en el DF allá a principios del siglo XX. Vi ahí como Pablo Piccato investiga esta relación que siempre ha existido entre organizaciones gubernamentales y el crimen organizado. No cambia la sociedad nuestra. Conste que aquí no se aplican preceptos morales de que si es bueno o es malo, simplemente se observa. Mas a diferencia de los EEUU, los gobiernos latinoamericanos no han tenido la sensatez de crear un organo oficial para estos menesteres mafiosos como los gabachos lo han hecho, para ellos la CIA y todo eso son organizaciones dedicadas al crimen profesional con fachada decente.

Hablande de periódistas me he dado cuenta qué tan racistas son los del San Diego Union Tribune, no demuestran ni siquiera una migaja de respeto hacia Tijuana, aunque manden a mucha de su peblada a ponerse hasta las cachas de pedos ahí. Casi todos los periódicos Tijuanenses tienen una sección dedicada a San Diego, pero el SDUT no. Ellos amontonan a Tijuana con México, como si México fuera tan lejos y no un vecindario más de esa región. A mí me cae regordo esa distancia que ponen entre uno. Tienen miedo de seguro de que San Diego se vuelva México otra vez, right. Me cayo bien gordo leer las columnas alarmistas sobre esto de gabachos en los aeropuertos, como si sus vidas valieran más que la de un Mexicano. Dijieron, En Tijuana no existe guardias gabachos cuidando el aeropuerto, estando si tan sólo a 17 millas de San Diego (¡!). Bola de elitistas conservadores. Y luego dicen que los Copleys no son racistas.

Sobre el asunto este Bush en Monterrey me cae que hipócritas son la bolas de ojetes ¿no? Quieren imponer sus valores protestantes sobre todo América como si ellos fueran los muy santitos, tanto crimen que se da allá y ni se hable de la corrupción. Los EEUU ya no tienen ese don de antes, de andar diciendole al mundo como debe de comportarse, deberían ser jueces en su propia casa primero, han perdido toda esa credibilidad gracias al clan Bush. Es toda una oligarquia bien organizada, el dinero compra las elecciones y el gobierno tiene el poder de hacer añicos a la oposición, una oposición necesaria en lo más estricto de la tradición democratica que desgraciadamente bajo las ordenes de la familia Bush deshacen y hacen a su gusto. No tienen porque andar enseñandole al mundo ya como es que deben de ser, eso ya es cuestión del pasado. Lo bueno es que América Latina parece darle la espalda a Bush, ojalá y le pasé lo que a papá Bush, que no sea reelegido. Pinche bola de putos tienen todo el control del mundo entre unas solas cuantas familias y luego quieren dar lecciones de demócracia, vayanse mucho a la chingada cabrones falsos.


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