11 de enero de 2004

Ayer mientrás iba en el bus de Estocolmo hacía Småland venía leyendo el más reciente libro de La Chicana de Chicago Sandra Cisneros Titulado Caramelo. A ella le gusta hablar mucho de esta relación que surge entre madre e hija. Una cuestión que m u j e r . q u e . c a m i n a en su post titulado Motivos (07/01/04) describe muy bien y cual me gusto mucho leer. Venía pues sentado en el bus viendo los inmensos paisajes que distinguen al campo sueco llenos de nieve y como los zurcos de los ranchos locales se podían ver imaginandome el lodadero que se habrá de hacer cuando la nieve se derrite. No ha de ser placentero caminar por ahí me dije a mi mismo. De vez en cuando se dejaba divisar un ciervo y al muy horizonte uno que otro monte dejando ver pinos cubiertos de una capa blanca haciendo relucir el verde aún más.

Me quedé pensando en una cuestión que siempre me ha atraido y justo acabo de terminar un ensayo titulado The Process of Manhood para un curso de inglés basado en dos libros de Hemingway. Así que esto de lo que en español se podría llamar Hombría lo traigo en mente porque a mí se me hace que las mujeres tienen la culpa de que los hombres no podamos desarrollar nuestras emociones más. Nos castran los lazos sentimentales en muchos de los casos al inicio de la infancia. Yo soy de la opinión que de poner más fervor la mujer puede por igual dedicarle más tiempo al hijo en cuestiones sentimentales de lo que se es por costumbre y en especial en nuestra sociedad llena de machismo y que aplaude lo macho.

Me acuerdo muy bien no hace mucho, día y mes no me acuerdo ni mucho menos el año pero sé que fue no hace mucho y recuerdo como por un tiempo la sensibilidad en el hombre era aplaudida por muchas mujeres pero que a la misma vez causó un contraefecto, muchas mujeres prefierón abiertamente a los hombres toscos y machos confundiendonos a los hombres así mucho más de lo que de por sí ya estamos en lo que concierne esta relación hombre-mujer. El PGBeas trae un tema más o menos así en su blog titulado Blue Print (04/01/04)

Yo tuve la desgracia de enamorarme una vez. Y digo desgracia porque muchos de nosotros no sabemos controlar las emociones que se asocian con estar enamorado. Soy de la opinión que la mujer es mejor sabedora de esta cuestión de estar enamorado porque tienen mejores opciones de controlar sus emociones. Las saben procesar mejor que un hombre. Un hombre realmente no sabe como estar enamorado y mucho menos sabe como desenamorarse. No es que las mujeres sepan tampoco pero ellas han pasado años y años tratando el tema del amor mientrás que para el hombre el amor es equivalente al sexo. Las mujeres tienen nitidamente separadas estas dos complejas acciones biológicas en un ser humano.

Yo creo que las mujeres no quieren dejar ese poder que tienen sobre los hombres: las emociones. No quieren hacer el cambalache, no enseñan a sus hijos a sentir más. Hay mucho de por medio. Estará la sociedad dispuesta a dar ese paso? Es hora de exigir al mundo que es imposible seguir con estas percepciones? Podrá un mundo sin machos y hyperfemenism ser un mundo vivible, viable? O es mejor aceptar ser el animal que la raza es humana es?



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