Me veo en la curiosa posición de ser un vector de valores medioclaseros. Y es que inculcar ciertos valores en la juventud sueca conlleva aceptar ciertos criterios universales y existen dentro de la valorada clase media, pues hasta la fecha nadie aspira a ser pobre en tierras de Jesucristo. No sé ni cómo llegue a esta posición. Mas aquí estoy, corrigiendo lo bueno y lo malo a la juventud en la preparatoria sueca. Lo curioso de las mentes jóvenes es que uno cae en la ilusión de que ellos lo saben todo. Esta falacia es una trampa mas para el adulto que para el joven. El joven sólo parece saberlo todo.
vetor
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