“Limpia, fija y da esplendor”. Estos tres verbos resumen a la perfección el espíritu de la Real Academia, su entrega absoluta al propósito de combatir cuanto altera la elegancia y la pureza de nuestro idioma y de fijarlo en el estado de plenitud alcanzado desde el siglo XVI.
Me da curiosidad este labor purista de la lengua española. Mientras que sus parlantes enarbolan la proeza del mestizaje interracial, en su idioma los hispanoparlantes se escandalizan muy fácil cuando una palabra foránea logra penetrar la esfera del lenguaje español cuyos ámbitos lingüísticos son guiados por un sistema del siglo XVIII.
El inglés, por ejemplo, no anda preocupándose por pequeñeces que puedan ensuciar el idioma. Para nada, entre más palabras haiga para expresarse en inglés mejor. No así en el español los quienes se fijan mucho en arcaísmos, extranjerismos y la ortografía del apestoso idioma proveniente de Castilla. De hecho, la mayoría de los que escriben en español tienden a caer en la grosera conducta de andar fijándose en todo tipo de pormenores que no contribuyen a la comunicación de ideas sino a la limpieza del lenguaje, espulgandola como simios buscan piojos para después jactarse de las faltas ortográficas. ¿Y la idea? Bien gracias. El inglés de América toma para sí palabras del español y no andan alarmados porque el español haya influnciado su código lingüístico, algunos ejemplos son los siguientes:
vamoose (from vamos, a form of "to go"); peccadillo (from pecadillo, diminutive of pecado, "sin"); picaresque (from picaresco); pronto (from an adjective or adverb meaning "quick" or "quickly"; savvy (from sabe, a form of the verb saber, "to know"); canyon (from cañon); hoosegow (slang term for a jail comes from Spanish juzgado, participle of juzgar, "to judge"); buckaroo (possibly from vaquero, "cowboy"); y muchas más que aquí no hay espacio para ello, sólo quería puntualizar las de mi región y sus mutaciones en el ingnlés.
Es tanta la preocupación por alcanzar un estamento dentro del estrato de lo higiénico que no cabe campo para otro código lingüístico dentro del español que hasta raya en la manía de limpieza que caracteriza a muchos de nosotros que poseemos alguna variante del español iberoamericano como lengua materna. Una manía que hasta el propio Manco de Pelanto tuvo a bien burlarse de ello en El retablo de las maravillas. y por la red no faltan este tipo de fascistas ortográficos que andan con sus putas campañas por la comunidad bloguera en toda la red hispana, ofendidos ante lo que ven, y queriendo hacernos el favor de alertarnos de esta salvajada y asalto al idioma español, claro, granjeándose así para sí un aura de culto. Ahí tienen a los siguientes:
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No manchen cabrón, el español debe ser destrozado en todos sus aspectos para que florezca, renazca y repunte a un futuro más prometedor del que actualmente tiene con sus pinches profetas y casos psicológicos que alaban el español como si fuere un pinche dios al quién adorar. Por el momento estamos como Prometeo que no puede morir por ser inmortal. De hecho, el lema de la DRAE lo considero racista y excluyente ya que siempre y al cabo la labor de ellos es excluir todo lo que no provenga Castilla. Y lástima ya que el español es un idioma cuya mayoría ni siquiera radica en España ni Castilla sino afuera de ellas.
Spanish, Castilian, Castilla
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