Dentro de la lengua castellana moderna, esa global, la del día de hoy, la que no tiene lazos umbilicales con ningún país es interesante el fenómeno del género en los artículos el, la ; las contracciones como al, del ; pronombres personales como él, ella.
Me doy cuenta de ello al escribir. El iman que produce en la lengua es excepcional. Son palancas direccionales que guían el camino de la frase, la oración, traban la mente, hacen alto en cuanto menos esperas y pueden cambiar totalmente el mensaje.
Se sabe de antemano que este fenómeno es visible en la lengua pero sentirlo en la mente, saborearlo lingüísticamente es, interesante.
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