Hay personas que abusan del sistema de la ética cristiana para beneficio propio. Esto suele ocurrir para el desafane de broncas con otros entes. Se da en casos de memoria. X da algo y Z debió recibirlo, mas de las veces ocurre bajo las auspicias de la negación. Es cuando el sistema de perdón del sistema ético antes mencionado es más susceptible al abuso, a la corrupción.
En el mundo cibernético la siguiente conversación es nuy usual, cotidiana.
- ¿Recibiste mi correo electrónico?
- Ay, no, perdoname, me lo filtraron, (sí, lo recibí, pero no te lo digo, así evito el descargue emocional que un acto honesto contraería).
Aquí hay que asumir varios resultados de los cuales se presentan dos a la vista:
1.- Es la verdad, así ocurrió.
2.- No es la verdad, hay trama de por medio.
Para nuestro caso nos interesa más la segunda parte del diálogo ya que esa es la fuente de la corrupción que abusa del sistema del perdón en la fe cristiana. Cabe bien clarificar que esta especie de abuso del sistema del perdón ocurre entre dos o más personas.
Tautología: Defino perdón como un acto que olvida enmiendas gracias a la buena voluntad del que perdona; el que perdona es el que olvida las enmiendas.
Se le categoriza como abuso porque eso es, es un claro abuso del acto de perdón porque se hace a sabiendas que el Otro, el ente del lado opuesto, no tendrá otra opción más que aceptar el perdón, esa es la inculcación cristiana, hay que saber perdonar porque el sólo hecho de pedir perdón, por parte del que lo dice, es en sí un acto de humildad que requiere ser absolvido de nuestra parte.
La infiltración de la negación ocurre a voces bajas aquí. Hay que perdonar aún a sabiendas que el recibidor sí lo recibió pero no podemos comprobarlo por muy fuerte que sea nuestra sospecha y además exige, demanda un acto de fe, de creer por parte del perdonador, que no todos pueden dominar muy bien, a la misma vez que se extiende el acto de perdonar como cortesía civil entre dos personas. [Esto conlleva a una mutua hipocresía ya que el acto de perdonar se extiende muy a huevo, pero hoy nos concentraremos en un sólo aspecto]
Este lado del perdón es el más curioso de todos, porque ocurre bajo las auspicias de la negación (no, no lo recibí) y el que requiere más esfuerzos por parte del perdonador ya que las emociones suelen producir toda una gama de reacciones negativas [se libra una batalla interna] cuando se sospecha lo contrario.
Son estas últimas las más nocivas ya que caen dentro de la corrupción más visible del ser humano, el no ser honesto con uno mismo. Se recurre a la mentira y a la arma más poderosa de la fe cristiana, el perdón, el cual representa una clara violación del acuerdo cristiano que dice que todos debemos de ser honestos con cada uno.
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