Querido Vacio, te mando unas letras por medio de un aparato electrónico. Apareció no hace mucho, tiene una fuerza increible. Es insaciable, se come las letras y no deja rastro de ello alguno, y ¿quién sabrá a dónde iran a dar esas frases, esos pensamientos que alguien dedicó horas y horas en formular? Quién sabe. So te escribo a ti, oh Eterno Vacio, pues se trata de uno de esos fenómenos que se suscitan con el avance de cada tecnología, como cuando los calcetines de repente desaparecen en la lavadora y amén de ellos, ¿a dónde fueron a dar? Pues sí, ahora quiero hablarte, eres como hablarle a Dios, uno nunca sabe si estas oyendo o no, so escuchame muy bien, porfis, ¿sí? Mira, lo que pasa es que tú de seguro tendrás algún contactillo por allí que sepa de esto de estas famosas desapariciones. No te estaría molestando con este favor pero francamente requiero de tu intervención, es algo muy urgente. Si la maquina que se chingo mi mensaje se pone a leerlo mi secreto será devulgado por todo la bloguesefera, ya sabes como son esa bola de ociosos y pretenciosos que se mueren por un poco de atención, mejor deberían de hacer ejercicio o leer un libro de a verdad, eso es lo que deberían de hacer, mira que estar sentados todo el día enfrente de uno de esos aparatos que sólo saben tragarse las palabras sin permiso ni nada, culeros, las maquinas, no las personas, las personas son personajes tristes, en fin, te decía.
Le escribía a una de mis amantes, sí, ya sabes como soy, un hombre tonto con suerte. Pues nada que me enamoré otra vez, ella es hermosa y justo le componía yo unas letras de esas de amor que tanto me gustan componer en estos estados mentales. Txale, la verdad es que no sé, me sabe rico escribir con esa viada, con el estomago lleno de mariposas y pues qué, es un placer pensar en ella. Soasí’estao, bajo los influjos de los dardos empapados con afrodisiaco ultralove number 5, nada de hacerle copycat a Channel #5, pleeease. So pretty please ¿sí?
Querido Vacio, por favor, devuelvemelas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario