26 de septiembre de 2004

Una desgracia que nos habla

Unas de las problemáticas que más pesan en la federación mexicana es Ciudad Juárez. Lo es porque deja en claro el subdesarrollo de la nación ya no económicamente sino desarrollo personal, desarrollo moral y desarrollo humano; francamente la nación se haya ensimismada y las viejas instituciones, costumbres y so llamadas tradiciones no han cambiada nada. No hay avance en las visiones del hombre y la mujer en común porque la ancla del nepotismo, corrupción y patriarquismo nos lo impide. Y hay que hacer algo, las aguas empiezan a apestar.

En especial a la institución judicial del país, existe una crisis de proporciones cósmicas pero nadie le quiere decir al rey que está desnudo. Van más de 320 mujeres muertas en aquella ciudad y al gobierno de Chihuahua lo único que le parece importar es la imagen que están produciendo las occisas en esa ciudad, como si la muerte de esas mujeres fuera una opción libre y voluntaria.

Lo curioso es que muchos se están haciendo un nombre con las muertes y nadie hace ni pío; la bancarrota moral del país es palpable, mientrás los familiares de las occisas padecen una angustia sinigual en el país, ¿dónde esta la solidarad federal de la que está compuesta el malnombrado país de México? Hay una actitud casi passé al asunto, no hay recursos se dice, pero ¿cuántas muertes tendrán que pasar para que las arcas de la federación se abran?

Pero quizá esto diga más de nuestro vecino país cuyas moralidades marcan las relaciones que tenemos con los EEUU. ¿Dónde está la ayuda? Millones se invierten en la lucha en contra de las drogas pero para ayudar a modificar y modernizar las instituciones policiacas de la federación mexicana, que claramente beneficiaría a ambos países, es casi nula. Aquí también falla el TLAN, los enlaces son claramente inefectivos para enfrentar los retos como el de las occisas de Juárez. Entonces Washington, quién se queja a diario de las relaciones bilaterales en la frontera, prefiere claramente cuestiones que resuenen con su electorado que la verdadera problemática y desgracias que afectan al pueblo mexicano.

Y el fracaso de la población masculina de México es más todavia profunda. ¿Dónde están los hombres mexicanos que libren una batalla lado a lado con nuestras hermanas mexicanas? ¿Dónde está la indignación? ¿Dónde está la presión para forzar al gobierno hacer algo por esclarecer esos terribles homicidios? Y lo peor, dónde está la empatía por el dolor que las mujeres sufren y que se ven forzadas a librar una guerra con las instituciones decrépitas y patriarcales de nuestra federación a solas? Esto dice volúmenes enteros de la masculinidad mexicana de este siglo. Las futuras generaciones de hombres mexicanos no verán machos, ni hombres fuertes sino hombres sin valor ni principios ni solidarios con sus hermanas mexicanas. Verán cobardes que no supieron aliarse con sus hermanas en su peor hora. La desgracia de las mujeres muertas de ciudad Juárez es una desgracia Norteamericana, Mexicana y un barómetro del estado de las instituciones democráticas del país y del desarrollo humano de nuestra nación.

Artículos que inspiraron este post:

De la revista online Al Margen

Morfín anuncia un parque lineal en la Acequia del Pueblo para prevenir inseguridad en Juárez

Un‘thriller’europeo sobre Juárez

Los mitos de las Muertas de Juárez

El silencio que la voz de todas quiebra

La invención de mitos en La Jornada

Reacciona mujer con furia


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