No creo en Dios. Pero sí creo en un Dios. Cuando muchos escuchan la palabra Dios (los sefarditas españoles rehusan categóricamente decir Dios con s, porque la s es plural para ellos, so dicen sólo Dio) piensan en el Dios más próximo a su consciencia o con el que luchan día a día dentro de sus almas. Cuando yo digo Dios no pienso en el Dios Musulmán-Judeo-Cristiano. Pienso en un Dios al cual no necesariamente podré ver algún día suponiendo que el tiemppo como lo conocemos funcione en el más allá por igual como funciona en esta tierra nuestra. No que nunca haya creido en el Dios de la fe católica o el de la fe protestante, después de todo soy hijo de mi tierra. So conozco las manifestaciones que Dios tiene en la conciencia de mi gente. Leí la biblia por mucho tiempo y unos de mis deseos de joven fue ser cura, padre o sacerdote, está en mi, siento esa vocación como natural. De hecho mi primera crisis espiritual sucedió si cuando apenas era un cachorro, de trece años insulté al Espiritú Santo y me creí condenado de por vida al infierno, un hecho que veo con mucho cinícismo y sarcasmo hoy en día. Es más, creo que la biblia es lo que une a mucha gente y saber la biblia me ha ayudado mucho en este deleitoso menester de escribir para evocar un sentimeinto de entendimiento mutuo. Y la uso aún, hay pasajes extremadamente surrealisticos en ese libro que los cristianos bien tienen a tomar como la palabra de su Dios pero para mi ya no me sirve como guía espiritual. No creo en la Trinidad, ni en las 12 tribus, ni en Cristo como mi salvación; siempre se me ha hecho una cruel idea que la salvación sólo tomará en cuenta a los que hayan aceptado a Cristo como su salvación. Quizá mi escepticismo se acerbó cuando me supe condenado al infierno, más es cruel que millones en el mundo entero, para estos días ya, billones de seres humanos vayan al infierno porque, como el caso de las Américas antes de la llegada de los españoles y su malditas ideas sobre el “bien” hayan exterminado a mucha raza, terminen en el purgatorio por desconocer a este hijo de Dios; prefiero irme al infierno del que hablan con los pai pai, cochimis, o kuliwa, esos viejos mexicanos que con cualquier bueno del hoy.
Ha sido una evolución. Creía, fue el fundamento para muchas de mis ideas sobre Dios, la religión, lo que es espiritualidad, comunicación, saber entablar una conversación y lo más importante saber enojarse con su Dios, es lo más sano que hay en esta tierra. Yo sé que la biblia es una serie de contradicciones. Para no divagar sigamos en el mismo ejemplo. Según la biblia uno esta hecho a la semejanza de Dios ergo Yo soy como un Dios. Entonces ¿a qué viene la obediencia ciega de algunos por proletizar su fe a toda costa? La respuesta a esta pregunta es simple, se deriva de la interpretación hecha de los textos, como el de la salvación.
So creo en Dios pero no el Dios sexista de los cristianos. Creo que hay un ente superior, mas no sé si lo veré algun día pero vaya, que rico se siente hablar con un Dios sin sexo, ni patriarca ni elitista como el de los judeos/cristianos o el de los musulmanes.
No puede explicarte como llegue a este punto en mi vida como tampoco la paz interior que siento dentro dentro de mi ya que es equivalente a una liberación total, pero esa explicación requiere de más de una hoja. La evolución se debe en mucho a lecturas que he hecho al respecto, porque me interesa saber no porque recibí una revelación al estilo de Joseph Smith, el de los mormones.
Simplemente es mi religión personal, se puede decir que en el Dios que yo creo se debe mucho a mis lecturas de los viejos filosofos griegos, en particular uno, Plotinus.
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