Lo peor de todo es que seguido te los encuentras en el extranjero. Lo pesimo es temer a que salga la palabra de los labios que la contienen: CHILANGO/A. Hay veces que hasta ellos mismo te lo dicen , bueno, para que hablar por los demás, me lo dicen. Es un taboo, por un lado te da alegría por fin encontrarte con uno de los tuyos y después viene el shock: chin, es chilango, te recorre la verdad como electricidad por la columna vertebral, por las venas y casi paralisa.
- ¿Oh si? Yo soy del Norte...
Es otro mundo el de ellos, tanto he logrado aprender.
Por eso me sorprende ver a muchos mexicanos procedentes de allí. Casi no les importa el ser mexicanos. Son. Recien fresquesitos, yo ansiado de noticias de allá y ellos ansiados de otra cosa menos México.
El pasado 16 me encontré con muchos en la fiesta que hizo la embajada, hoy quién sabe 'on andan ... más me sorprendio ver oaxaquitas, en Södermalm. De seguro han de tener sus propio nombre de la región a la que pertenecen. Yo lo desconosco, bien podría buscarlo por la internet, pero no quiero aparentar algo que no es esta vez.
- Qué dijiste qué eres?
- ¿Cachanilla ... ?
- ¿Qué ...? No büey, el otro!
- ¿Chicano?
- si eso ...
Me lo preguntó un chilango, R, al que conocí aquí, un estudiante de intercambio. El mismo que traía a muchas viejas a su lado, el mismo que me dijo que las gabachas estas no saben lo que uno quiere ...tu sabes me dice ...
- Si..., bueno, no sé, ya llevo mucho en el extranjero ...
- ¿...?
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